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Tipo de documento: bachelorThesis
Título : Bases neuroanatómicas del comportamiento de los grupos
Autor: Egloff Robledo, María del Socorro
Tutor : Montemayor Martínez, Ramiro
Palabras clave : Filosofía;Filosofía y ética;Ontología;Lógica
Fecha de publicación : 1972
Editorial : San Pedro Garza García: UDEM
Citación : Egloff Robledo, M. S. (1972). Bases neuroanatómicas del comportamiento de los grupos. [Tesis de Pregrado]. Repositorio UDEM.
Código: 33409000182018
Páginas: 118 páginas
Resumen : Teniendo en cuenta que la neurona es la unidad anatómica y funcional del sistema nervioso, y que el órgano es el conjunto de neuronas con la misma función, así como un sistema está formado por un conjunto de órganos con la misma clase de células; de manera semejante, la unidad de las sociedades es el hombre, y el conjunto de hombres con deseos o tendencias semejantes forman un grupo. Funcionalmente se le denomina acto al trabajo ejecutado por un órgano y función al trabajo ejecutado por un sistema o aparato, siendo indudablemente más complejo esto último, porque su realización requiere ejecución de actos múltiples de los órganos que lo constituyen. Asimismo, los miembros de un grupo pueden realizar actos (trabajo) muy diferentes como unidades, pero cuando persiguen los mismos fines participan en los mismos propósitos, tienen dependencia recíproca en la satisfacción de sus necesidades están desempeñando una función. Los actos realizados por los órganos del sistema nervioso, al ser integrados y analizados por el cerebro, constituyen la base para hacer juicios dándole al hombre una de sus principales características personales, que lo identifican específicamente. El compartir móviles y metas es propiedad esencial de los grupos, pues éstas orientan las actividades del grupo hacia ciertas direcciones que lo identifican. Cuando la información enviada por un órgano al sistema nervioso es errónea, el juicio no es correcto, siendo necesario nueva integración de actos para realizar en forma normal la función, si el órgano sigue enviando información equivocada, sus informes no son recibidos o no son tomados en cuenta para las percepciones. Si un miembro de un grupo, no persigue las mismas metas, ni comparte las mismas necesidades deja de pertenecer al grupo sus funciones no es tomada en cuenta. Una de las funciones más importantes del sistema nervioso es la memoria, mediante la cual podemos hacer juicios sin necesidad del estímulo específico, lo cual es el resultado de actos repetidos repetidos útiles, que sirven como referencia para dicha función. Del mismo modo todo grupo humano tiene, para determinar la calidad de sus actos, grupos de referencia, los que utilizan para lograr sus más preciosas realizaciones. Para interpretar un estímulo, son necesarios: un órgano específico, un transmisor, un centro nervioso receptor, un centro nervioso de interpretación, mediante el cual el estímulo es identificado y utilizado para hacer juicios. Comunicar significa “hacer a otro partícipe de lo que uno tiene” y en su forma más simple, la comunicación oral son necesarios: un estímulo (el objeto de comunicar), un órgano periférico (receptor auditivo) un transmisor (vía auditiva), un órgano receptor y un centro de interpretación (primera circunvolución temporal izquierda). Ante un estímulo dado, el sistema nervioso está en capacidad para hacer un juicio, utilizando la memoria. Así el comunicador previamente debe realizar algunos procesos como: investigar datos, delimitar el proceso de la comunicación, realizar pruebas y predecir efectos. El estímulo debe tener como características mínimas: llegar al umbral necesario y tener una respuesta igual después del umbral de excitación (ley del todo o nada). El emisor debe tener en cuenta: saber el propósito de la comunicación y predecir efectos. Los mecanismos de retroalimentación (Feedback) tan socorridos en la actualidad en todos los campos; han sido utilizados por el sistema nervioso desde el principio de la vida, siendo los más perfectos en los seres con telencéfalos. Los reflejos y otras muchas funciones del humano, son sistemas cibernéticos, en los que un receptor externo, conduce información a un centro de análisis, que maneja un centro efector. Cuando un automovilista observa una luz roja (vista y nervio óptico) las vías ópticas mandan la información al cerebro (occipital) luego al centro de interpretación de las imágenes visuales, donde es comparada con el material almacenado (memoria) y ordena a los músculos (área motora) que se oprima el pedal del freno. Hay una gran analogía entre las máquinas computadoras con sus complejos circuitos electrónicos y el vasto número de neuronas del sistema nervioso. Llegándose a la conclusión de que si el pensar es resolver problemas y el aprender consiste en tomar decisiones aplicables basándose en experiencias pasadas, (memoria) estas elevadas funciones deberían caer en el dominio de las máquinas. En los animales unicelulares, los procesos cibernéticos son simples, teniendo como base una entrada de información (estímulo) a través de la membrana celular y un programa básico de respuesta dado por los componentes del núcleo, en especial el ácido desoxirribonucleico ADN que en estos seres equivale a la memoria. Una molécula de ADN contiene ocho mil millones de fragmentos de información. Sólo así pueden ser explicados muchos fenómenos de los seres inferiores que hasta hace varios años nos sorprendían maravillosamente como por ejemplo las migraciones.
Cod. Estudiante : María del Socorro Egloff Robledo 000000000
URI : http://repositorio.udem.edu.mx/handle/61000/2511
Aparece en las colecciones: Licenciatura en Psicología

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