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Tipo de documento: bachelorThesis
Título : Depresión infantil
Autor: Bearzotti González, Alcira Melina
Tutor : García Campos, Rafael
Palabras clave : Filosofía;Filosofía y ética;Ontología;Lógica
Fecha de publicación : 1999
Editorial : San Pedro Garza García: UDEM
Citación : Bearzotti González, A. M. (1999). Depresión infantil. [Tesis de Pregrado, UDEM]. Repositorio UDEM.
Código: 33409001308737
Páginas: 116 páginas
Resumen : Muchas personas piensan que cuando los niños están tristes, sólo se trata de una etapa por la cual los niños o adolescentes están pasando, pero se encontró que no es así. Existe un alto porcentaje de niños y adolescentes que se deprimen, y muchas de las veces los padres o la gente que se encuentra alrededor de ellos no se dan cuenta, es por eso que hay que estar alertas con los síntomas, para identificar un proceso depresivo cuanto antes. Hay que estar conscientes que los niños y adolescentes también tienen intentos de suicidio, y en ocasiones lo llevan a cabo. A través de la revisión bibliográfica se pudo ver que la tristeza es una respuesta sana y normal a ciertas situaciones no agradables que se presentan a lo largo de la vida. Muchas veces surgen por la pérdida de un ser querido, por la separación de los padres, por cambios de casa o de ciudad, y para un niño hasta la pérdida de una mascota los pone tristes. Claro que la depresión varía de intensidad, dependiendo de la persona, edad y sexo. La depresión y la ansiedad son normales o adecuadas en condiciones de peligro y abandono, pero pueden ser anormales cuando se dan en circunstancias inadecuadas, cuando persisten durante un tiempo excesivo o cuando el niño no es capaz de adaptarse a ellas de manera apropiada. También se puso énfasis que hay que hacer una distinción entre la depresión síntoma, síndrome o trastorno, ya que no significan lo mismo. El síntoma es solo un aspecto del síndrome, como lo son tristeza, abatimiento, etc. El síndrome, abarca una gama más amplia, es un conjunto de síntomas que ocurren al mismo tiempo y que no se asocian por casualidad; en cambio el trastorno es todavía más amplio que el síndrome, ya que incluye un cuadro clínico, con cierta historia familiar, un mínimo de duración y cierta respuesta al tratamiento. Así mismo se presentaron los distintos tipos de depresión que existen y que tienen diferentes causas, explicadas desde diferentes enfoques psicológicos y biológicos. Bowlby (1980) postula la teoría del apego, que propone que si hay una separación significativa de la madre de los niños, entre los 6 y 8 meses, puede venir una depresión (anaclítica). Otra definición que se da es la serie de conductas instintivas que tenían la función biológica de mantener la proximidad entre el niño y la madre para la protección de este último. La depresión anaclítica, llamada así por Spitz, se presenta en los primeros meses o años de vida del niño y se da por la carencia de los cuidados necesarios de la madre. Melanie Klein la llamó posición depresiva y Mahler dijo que la depresión venía como reacción al proceso de separación-individuación. Esta depresión se caracteriza por llantos excesivos, períodos de agitación muy intensos, desesperanza; se presenta un desinterés progresivo hacia el ambiente, una pérdida del apetito, puede haber un trastorno en el desarrollo de manera general, la motricidad disminuye, la actividad autoerótica desaparece, se presenta el insomnio, y todo aparentemente sin causa orgánica. En cierto punto, la depresión anaclítica es reversible, pero pasando el límite, los daños se vuelven irreversibles, los niños no sonreirán, ni abrazan cuando los carguen. Es aquí donde cobran importancia los cuidados maternos que durante los primeros meses de vida de los hijos son indispensables para un buen desarrollo emocional futuro. En la adolescencia, las fluctuaciones del estado de ánimo son muy frecuentes, son rápidas e inexplicables. En esta etapa, cualquier decepción trae consigo cambios anímicos. La depresión en la adolescencia se caracteriza por el aislamiento social, los sentimientos de desesperación, de vacío y de falta de voluntad, lo cual puede llevar a cualquier tipo de adicción: por lo anterior es necesario estar muy alerta de la conducta de los hijos, ya que cualquier cambio en las actividades o cualquier cese de actividades puede significar algo más que un simple cambio de actividades. Se ha hablado del concepto depresión enmascarada, donde ciertas conductas o signos son vistos como equivalentes depresivos; este concepto no ha tenido mucha aceptación, ya que es muy ambiguo y cualquier conducta podía estar incluída en la categoría de equivalente depresivo por lo que resulta muy difícil determinar qué conducta sí entraba en la categoría y cual no. Concerniente a las causas, algunos niños tienen factores de riesgo en sus vidas que los predisponen a la depresión o que pueden en algún momento disparar la depresión; entre ellos se encuentra una historia familiar de suicidio, depresión, abusos sexuales, emocionales o físicos, enfermedades crónicas entre muchas otras. Según la teoría del aprendizaje la depresión es como un hábito emocional adquirido. Por ejemplo un niño que vive con su madre que está constantemente deprimida; el niño, por observación, aprende una forma inapropiada de enfrentar la vida. Desde el punto de vista existencial, la depresión es algo a lo que no se puede sacar la vuelta y que forma parte de todo ser humano. La perspectiva evolutiva establece que la depresión es un fenómeno transitorio en el desarrollo de las personas. Por otro lado, el psicoanálisis postula que la depresión en un enojo reprimido. Los tipos de depresión revisados fueron la maniacodepresión, la cual presenta períodos de manía y períodos depresivos. Es la que se conoce comúnmente como depresión bipolar. Este tipo es hereditaria y puede ser controlada todo el tiempo con medicamentos. Por lo visto, la depresión mayor es muy poco común entre los niños, pero es muy posible que un adolescente la pueda experimentar. Este tipo se debe a un mal balance en las sustancias químicas del cerebro (neurotransmisores); requiere de tratamiento con antidepresivos. La distimia es una depresión leve, los síntomas son muy suaves. Es curada muy efectivamente con antidepresivos. La depresión reactiva es la que la mayoría de los niños experimentan, esta ocurre en respuesta a una pérdida; divorcios, separaciones de los padres, etc. Generalmente no requiere tratamiento médico, solo requiere algún tipo de terapia o asesoramiento. Debido a que esta es la más común entre los niños, hay que poner mucha atención en posibles signos o síntomas que nos indiquen que la depresión puede estar presente.
Cod. Estudiante : Alcira Melina Bearzotti González 000036432
URI : http://repositorio.udem.edu.mx/handle/61000/2886
Aparece en las colecciones: Licenciatura en Psicología

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