A partir del 1 de mayo de 1970 y por las necesidades de la clase trabajadora, se establece una prestación en la Ley Federal del Trabajo, que es una innovación en su género, ya que no existía en la legislación anterior de 1931 ninguna prerrogativa en función de la edad del obrero con su empleador: la prima de antigüedad. Esta prestación considera el tiempo de servicios del trabajador en una empresa para tratar de aligerar la carga económica de aquí cuando llegue el momento del retiro o incapacidad o cuando se presente algún caso que justifique el reconocimiento del periodo laborado. Derivado de una hiperestesia jurídica laboral y por la forma en que ha sido tratada por los profesionistas del derecho, los funcionarios públicos que intervienen, así como por los doctos en la materia, hemos preferido detenernos un instante y procurar hacer una reflexión legal sobre esta prestación.